Los 90 días de Faride «La Grande»

Los 90 días de Faride «La Grande»

Por Aneuri Peña
El pasado 16 de noviembre, se cumplieron los 90 días de haber asumido Faride Raful el Ministerio de Interior y Policía, tiempo que, aunque no está establecido en nuestro ordenamiento jurídico, se ha hecho constante en nuestra sociedad, que ya se ha convertido en una costumbre, darle un tiempo de gracia a todos los gobiernos o funcionarios que ocupan un cargo en la administración pública, tanto del gobierno central como del gobierno municipal, para que conozca, presente planes y propuestas que marquen el camino por el cual se va a dirigir su administración.

Contra todo pronóstico y epítetos negativos de una sociedad que exige mucho y una oposición que, dentro de sus quehaceres y sus premios noveles, está el de desacreditar, minimizar y desmeritar todo lo que hace el presidente Luis Abinader. Así asume la señora Faride Raful, el Ministerio de Interior y policía, convirtiéndose en la segunda mujer en ocupar dicha posición; la primera fue Doña Rosa Julia de la Cruz Santana, en el año del 1980, en el gobierno de Don Antonio Guzmán Fernández; era conocida como una mujer brillante.

En un país tan machista y donde las mujeres, no apoyan a las mujeres, nunca antes una mujer había asumido una función pública con tantos calificativos negativos sin ejercer la función.

Con esa designación, se abrió la caja de pandoras y salieron toda clase de escritos en periódicos y en las redes sociales debido a que interior y policía es la institución encargada del diseño y supervisión de las políticas de seguridad pública, el orden público y social, garante de la paz interior de la ciudadanía, que sea dirigido por otra mujer, era impensable en estos momentos actuales. En medio de una imagen de incompetencia de los pasados incumbentes, una alta percepción de inseguridad, y de un proceso de reforma policial, donde los hombres de uniformes se resisten a su propia modernización y transformación para dar paso a la educación, la investigación y la integración de los agentes policiales a la sociedad.

Esta tarea asignada a Faride, llenaba de dudas a varios sectores de la uniformada, a exdirectores y a la sociedad, probablemente por pensar que una persona externa, ajena a sus costumbres e idiosincrasia, podría ser la que dirija tan complejo proceso y porque hay una cultura mental de que esa institución solo puede ser dirigida por hombres, por el poder que representa y que por demás es la superior jerárquico de la Policía Nacional. Esa negatividad fue tan osada que activó las alarmas negativas y se atrevió a proferir que el presidente Luis Abinader no podía equivocarse por segunda vez en selección, de un incumbente a la altura de la institución.

Contra todos esos pronósticos desfavorables y que Faride, no poseía el perfil para el cargo, ha demostrado que tiene capacidad y voluntad de hacer cumplir las leyes y de llevar a cabo la tan esperada transformación de nuestra Policía Nacional.

En tan solo una semana después de su llegada con acciones positivas, Faride, logró revertir esa negativa con la cual la recibieron; con un oído bien agudo puesto en el corazón del pueblo, rápidamente interpreto lo que la sociedad esperaba de Ella y con el programa Garantía de Paz, Faride se ha ganado la confianza de la población al enfocarse en traer paz a las comunidades, especialmente en el Distrito Nacional; combatir los ruidos y controlar los centros nocturnos que no cumplen con las leyes; Vigilar los límites de horario de los bares, discotecas y colmados, así como presentar cifras de criminalidad que muestran mejoría y se ha dedicado a atender las pequeñas cosas para un ministerio, pero que son grande para la comunidad.

A solo 90 días de Faride La Grande, haber asumido el puesto, ha calado en el corazón de la sociedad dominicana, por su firme carácter de enfrentar los retos y por el buen trabajo que viene desarrollando, dejando de lado todos los pronósticos negativos que se suscitaron con su designación, comenzando a generar apellidos populares como: Faride La emperadora, Faride La grande o Faride La dama de hierro.

En los momentos actuales se ve y se percibe que el Ministerio de Interior y Policía, tiene un papel más activo y cercano a la gente, reduciendo las incidencias delictivas, el raterismo y otros delitos en las diferentes localidades del país, reforzando la seguridad ciudadana, el orden público y el cumplimiento de las normas. Como dice una máxima: que las cosas no son como comienza, sino como termina y por las acciones decididas de Faride, se vislumbra un futuro promisorio, donde Faride le devolverá la credibilidad, la transparencia y transformación a Interior y Policía y será la autora de que renazca la esperanza en la población dominicana en cuanto a la seguridad ciudadana.