El religioso aprovechó su intervención para enumerar “las siete debilidades” que persisten en el referido sector
Santo Domingo.- Durante el Sermón de las Siete Palabras de la iglesia católica, el sacerdote de la parroquia Nuestra Señora de Fátima, Nicolás Cuello Hernández, criticó las deficiencias en el sector salud.
El religioso aprovechó su intervención para enumerar “las siete debilidades” que persisten en el referido sector.
-Falta de avance en la implementación de la atención primaria.
-Elevados costos a la atención de los medicamentos, los cuales “afectan gravemente a las familias pobres”.
-Baja inversión del Producto Interno Bruto (PIB) y ausencia de un sistema de monitoreo funcional.
-Los bajos salarios y sobrecarga de trabajo de los médicos y enfermeras.
-Déficit de personal y deficiencia de tipo institucional, estructural y logístico.
-Las infraestructuras hospitalarias se encuentran en muy mal estado.
–“Ni el Ministerio de Salud Pública, ni el Servicio Nacional de Salud han podido implantar la atención primaria, ¿Hasta dónde llega la competencia de uno e inicia la del otro?”.
El prelado dijo que de acuerdo con la Constitución Dominicana en su artículo 61 y la ley general de salud en su art. 3, “Toda persona tiene derecho a la salud integral. El Estado debe velar por la protección de la salud de todas las personas, el acceso al agua potable, el mejoramiento de la alimentación, de los servicios sanitarios”, asegurando el acceso a medicamentos de calidad y dando asistencia médica y hospitalaria gratuita a quienes la requieran.
Cuello Hernández señaló que la salud pública no es un privilegio de algunos, no es un derecho de los ricos, es un derecho de todos los dominicanos y residentes legales en el país.
“No es posible que los centros privados dejen morir un dominicano porque se requiere de un seguro para una emergencia. No es posible que para las mujeres dominicanas parturientas no haya espacio en los hospitales porque un 40 % de las madres en los centros de salud son extranjeras”, manifestó.
Indicó han observado con gran preocupación que el municipio más grande del país, Santo Domingo Este (SDE), en cuanto a salud, se encuentra huérfano y que en el hospital municipal del Almirante tiene muchas carencias que no deben darse en un hospital de 2do nivel.
“Tenemos testimonios que en los centros de atención primaria no hay ni un bisturí, se escasean los insumos médicos y los medicamentos”, añadió.
Reclamó que el país necesita que el Hospital Darío Contreras sea intervenido.
Utilizó informaciones publicadas por el Periódico Diario Libre “La unidad de salud mental llevaba más de un año cerrada y no sabemos si aún funciona más allá de las consultas”.
“Necesitamos que el hospital Moscoso Puello y Salvador B. Gautier sean intervenidos y restaurados. Necesitamos la ciudad sanitaria de San Francisco de Macorís. Necesitamos la ciudad sanitaria Luis E. Aybar. Necesitamos el hospital de Maimón. Necesitamos que funciones los centros diagnósticos y de atención primaria en los barrios. Necesitamos los centros de atención primarias en las provincias del Cibao, del sur y del este del país. Que nuestras gentes tengan acceso a la salud con dignidad. Que no se muera un dominicano por falta de Sangre. Necesitamos que en los hospitales tengamos ambulancias. Necesitamos una mejor remuneración para nuestros médicos, enfermeras y personal de salud. Nos olvidamos de que para la pandemia fueron los verdaderos héroes de este pueblo”, reclamó el cura.
Mencionó, además, no es posible que un legislador gane 3 y 4 veces más que un médico especialista; por lo que quieren que en los hospitales no falte el agua, que haya luz, que tengan sangre, medicamentos, oxígeno, sueros y sillas de ruedas.
Aseguró que, la situación del sistema de salud es alarmante, es urgente, y lamentablemente no va en ambulancia porque quedan muy pocas o son privadas las que vemos transitar.
“¿Preguntamos al gobierno por qué el 911 no funciona como antes? ¿Qué ha pasado? El sistema de salud está en crisis. Decía madre Teresa de Calcuta: ‘Que el peor mal es la indiferencia’. ¿Por qué tanta indiferencia en el sector salud? ¿Por qué tanta incompetencia? ¡Ay de quienes malversan el dinero del presupuesto de salud pública! ¡Ay de quienes malversan el dinero de los medicamentos de altos costos! ¡Ay de quienes se embolsillan el dinero para la salud mental!”, cuestionó el sacerdote.
El presbítero manifestó, que en el momento de mayor angustia, y dificultad, Jesús regala el paraíso a un ladrón arrepentido.
Enfatizó que, el momento más difícil del ser humano es cuando llegan los años y está postrado en una cama, cuando el médico dice que no hay esperanza. “En ese momento, la palabra de Dios te dice, lo que es imposible para los hombres es posible para Dios”.
“En tu enfermedad Jesús no te abandona. Cristo es la esperanza que no defrauda. En el momento que llegan los años y la enfermedad no abandonemos los enfermos. Trabajemos juntos como nación, como peregrinos de esperanza que hacemos el mismo corregido hacia el encuentro del Señor. Porque solo uniendo buenas voluntades y con competencias, y sin egoísmo, sin partidismo y sin indiferencias, podremos dar respuestas a la crisis de salud que tanto afecta nuestro país. Cuando algunos ven un final sin esperanza, nuestra Santa Madre Iglesia ve una esperanza sin fin”, concluyó el cura.