Los residentes de la calle Respaldo Quinta viven con angustia cada temporada de lluvias, mientras el agua invade sus hogares y las autoridades guardan silencio.
Santo Domingo Este. – La incertidumbre y el miedo se apoderan nuevamente de los residentes del sector Cancino Adentro, específicamente de la calle Respaldo Quinta, ante el avance de una tormenta asociada a un centro de baja presión ubicado al este de Puerto Rico, con un 100 % de probabilidades de convertirse en ciclón en las próximas horas, según informó el Instituto Dominicano de Meteorología (Indomet).
Los pronósticos advierten de aguaceros con tronadas y ráfagas de viento durante toda la semana, lo que incrementa el riesgo de inundaciones en zonas vulnerables del Gran Santo Domingo. En Cancino Adentro, sin embargo, los moradores aseguran sentirse abandonados y desprotegidos, al no recibir la visita ni orientación de los organismos de socorro sobre los albergues disponibles o medidas preventivas.
“Cada vez que llueve vivimos un infierno. El agua entra a las casas, se lleva los ajuares y deja todo en el suelo. Lo más triste es que las autoridades saben lo que pasa aquí y no hacen nada”, lamentó Viviani Veras Vicente, residente en la zona, quien explicó que el problema podría evitarse con una limpieza periódica de los imbornales y drenajes pluviales.
Veras recordó además que, durante la pasada campaña electoral, el alcalde Dio Astacio, junto al dirigente comunitario Jacobo Martínez, prometió dar una solución definitiva a esta problemática.
“El alcalde dijo que no nos dejaría solos, pero desde que ganó no ha vuelto por aquí. Sus palabras se las llevó el viento, igual que la lluvia arrastra nuestras pertenencias”, expresó con evidente tristeza.
Por su parte, Benjamín Caraballo, otro de los afectados, denunció que los vecinos han realizado múltiples reclamos y protestas, sin obtener respuesta del Ayuntamiento de Santo Domingo Este. “Hemos pedido ayuda, pero nadie escucha. Cada aguacero es una amenaza para nuestras familias”, dijo.
De igual forma, Lucy Frías, quien lleva más de 20 años residiendo en el lugar, asegura que la situación se repite año tras año por la falta de mantenimiento en los filtrantes. “Las lluvias no son las culpables, es el abandono. Aquí no se limpia nada, y cuando viene el agua, todo colapsa”, apuntó.
Mientras las nubes se ciernen sobre el municipio, la sensación en Cancino Adentro es de impotencia y temor. Las familias aguardan con resignación, sabiendo que la próxima lluvia puede significar otra noche en vela, rodeados de agua, incertidumbre y promesas incumplidas.
